divendres, 16 de novembre del 2018

LAS TIERRAS DEL NORTE DEL REINO MEDIO



NOTA DE LA JUNTA DIRECTIVA DE LA RESIDENCIA
Bienvenidos a una nueva entrega de la Guía del Viajero de Férum para aventureros olvidadizos y turistas dimensionales. Perdonen las molestias, pero el autor del juego no se encuentra disponible, al parecer ayer fue asaltado por un desconocido. La Junta Directiva  ha contratado a un suplente que con muy buenas referencias. Gracias por su comprensión.


El malandrín que escribe esto sigue convaleciente. Esta juventud de hoy en día, no saben trabajar, no soportan ni cuatro azotes. Antes nos despertaban a latigazos y comíamos gachas para desayunar. Ahora ya no hay espíritu de trabajo, todo lo mueve el dinero. Nosotros trabajábamos por nuestra libertad y sí, muchos la perdían por el camino, pero aquí estoy. Un hombre libre. ¿Cómo? Qué me parezco más a una momia conservada en salmuera que a un hombre. ¡Maldito zoquete! Muy graciosillo estás tú de buena mañana, espera que tengo un regalo para ti... ¡Toma! ¡Toma! y ¡Toma! ¡Te voy a dar hasta que las venas te salgan pá fuera!

La Junta Directiva me ha contratado para que siga con la tarea iniciada ayer ¿o fue antes de ayer? Ya no lo recuerdo, mi memoria no es la misma desde que estuve trabajando con Oppenheimer en el Proyecto Manhattan.

Por dónde lo dejamos... ¡El Reino del Medio! Bien, pues sigamos desde ese punto.




Al norte del susodicho Reino, podréis encontrar el Templo de Aimadre, la Diosa de la sanación, adorada por curanderos, matasanos e hipocondríacos. Suele ser visitado por osados aventureros que buscan pociones y pastillas de colores para mejorar sus habilidades en combate, también hay quién desea gozar de la tranquilidad del templo, pues es un lugar de reposo espiritual y bastante tranquilo.

El templo esta situado en la ladera sur de las Montañas del Catarro, una cordillera de montañas condenadamente altas y siempre cubiertas por una tupida capa de nieve. Hay quién dice que las dichosas montañas están infestadas de orkos y otras viles criaturas, pero sinceramente, creo que allí sólo se pueden encontrar estatuas de hielo de los aventureros lo suficientemente estúpidos como para creer en esas sandeces. ¿Qué cómo son los orkos? Pues unos bastardos desalmados de color verde que van con taparrabos. ¿Sí son malvados? ¿Y cómo voy a saberlo? Cuando un guerrero se encuentra con un orko sólo puede quedar uno de los dos en pie ¡No te quedas a filosofar sobre el sentido de la vida con un orko! Menudas preguntas me hacéis... Venga, que pierdo el hilo.

No muy lejos, hacia el oeste se encuentran las minas de Pikalapiedra. Es un asentamiento humano dedicado a la extracción del carbón y otros minerales. La gente es muy reservada en ese lugar, no les gustan los extraños y sus conductas son bastante peculiares, siempre huelen a huevo podrido. Hay cientos de rumores sobre los túneles y las minas de Pikalapiedra, pero sinceramente me importan un pepino. 

Hacia el este se llega por una carretera al pueblo Alkinto Pino. Es la última villa del Reino del Medio y la más alejada. Por extraño que parezca no hay ni un maldito pino en todo el condenado pueblo. El pueblo esta construido íntegramente con madera de pino y parece que el bosque más cercano queda allí donde alguien llamado Jesús perdió la alpargata... Es una expresión que escuche en uno de mis numerosos viajes entre realidades, pero no recuerdo dónde... Bueno, que me despisto, el origen de pueblo viene de la gran distancia que recorrían para obtener la madera. Algo que no gusto mucho a los druidas adoradores de Bokeverde de la zona, pero eso es otra historia. 

Alkinto Pino básicamente es un pueblo apacible, que siempre huele bien (a pino) y cuya principal actividad económica es el comercio de productos artesanales de madera y la típica explotación ganadera y agrícola. Tienen mucho trato comercial con el Reino de Sepia que se encuentra más al este y con el que mantienen mejores relaciones que con el Reino del Medio.

Y eso es todo por hoy, me guardo para otro día el Reino de la Sepia (huelen siempre a boquerón) y el Mar de las Estrellas Dulces. Y a hora a cascarla que es tarde y debo tomarme las 12 pastillas de la media mañana.

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