dimarts, 20 de novembre del 2018

BOSQUE DE KEMAKÚ Y ALREDEDORES

Seguimos con el Atlas del Continente Central de las Tierras Olvidadas y en esta ocasión nos adentramos algo más al norte para visitar el Bosque de Kemakú, hogar de la Corte Élfica de Eldelbar, el Rey de los elfos, un fiestero de mucho cuidado. Sus fiestas son conocidas en todas partes y francamente, resulta casi imposible abandonar una de ellas. Lo dijo seriamente, todavía me duele... Mejor no sigo por allí que luego me crujen, que los elfos son muy suyos con los asuntos del Rey Eldelbar

Bosque de Kemakú y Montañas del Catarro



Los campesinos lo consideran un lugar maldito y por las noches afirman escuchar los lamentos de los insensatos que han quedado atrapados en una de sus fiestas, suplicando por regresar a la civilización  y dejar atrás todo ese desenfreno. ¡Por las barbas de Odín! Quién no huiría de una fiesta de esas...

Más allá de las fiestas, el bosque es un lugar misterioso, lleno de criaturas como driadas, ninfas y otros seres feéricos extremadamente depravados. Pero lo peor es encontrarse con un Beegee, un espíritu errante de un bardo que falleció en extrañas circunstancias. Su único anhelo es encontrar una audiencia permanente y con su melodía son capaces de hacer bailar a un insensato hasta la muerte o abrir portales a la dimensión Jotube lugar donde moran todas las melodías del multiverso y pueden marterizarte con reposiciones de July Church o Kamilo Sixs. Pocos han sobrevivido a un encuentro de ese tipo y los que han logrado tal hazaña se han vuelto locos y sólo gritan una tonada interminable que dice 
Vivir así es morir de amor
Y por amor tengo el alma herida
Por amo, no quiero más vida que su vida
Melancolía

Ninguna magia ha podido recuperar a esas personas y suelen enloquecer a todos los que tienen alrededor suyo. Algunas se las puede encontrar por las Montañas del Catarro, aunque no suelen durar demasiado y encuentran su fin a manos de las tribus orkas o de un desnivel puesto con muy mala baba.

No puedo olvidarme de los druidas que habitan al este del bosque, arropados por las Montañas del Catarro, la Orden de la Habichuela Verde tiene por costumbre no inmiscuirse en los asuntos de los elfos. En pocas palabras, suelen tolerar bastante las farras interminables de Eldelbar y de tanto en tanto, ayudan a los que abandonan el bosque afectados por el exceso del consumo de jugo fermentado de uva y de cebada. 
Kanabis Hojaseca 

El Archidruida actual es Kanabis Hojaseca, un hombre peculiar que siempre parece estar ausente, pero con una mirada llena de sabiduría y que contempla el infinito que sólo él puede ver. Las veces que he hablado con él ha resultado bastante curioso... Me gustaría poder reproducir esos encuentros en palabras, pero no creo que sea posible, así que voy a compartir mis recuerdos con una técnica que aprendí en Urano o era Vulkano. El caso es que si pongo mi mano aquí y mis dedos así... 


Bueno, creo que ya he dicho demasiadas cosas del Bosque Kemakú y sus alrededores. Por hoy es suficiente. 

Gracias por vuestro tiempo y hasta la próxima.

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